jueves, 11 de abril de 2013

La biblioteca de arena

Imaginemos  que un extraño vendedor de biblias llega a nuestra casa y nos ofrece el más extraño de los libros; un libro que es como la arena siempre cambiante, nunca estable, con infinitas historias igual que infinitas formas puede adoptar la arena dependiendo de la fuerza y la dirección del viento, así nos lo cuenta Borges:

"Lo adquirí en un pueblo de la llanura, a cambio de unas rupias y de la Biblia. Su poseedor no sabía leer. Sospecho que en el Libro de los Libros vio un amuleto. Era de la casta más baja; la gente no podía pisar su sombra, sin contaminación. Me dijo que su libro se llamaba el Libro de Arena, porque ni el libro ni la arena tienen ni principio ni fin.
Me pidió que buscara la primera hoja. Apoyé la mano izquierda sobre la portada y abrí con el dedo pulgar casi pegado al índice. Todo fue inútil: siempre se interponían varias hojas entre la portada y la mano. Era como si brotaran del libro.
—Ahora busque el final.
También fracasé; apenas logré balbucear con una voz que no era la mía:
—Esto no puede ser.
Siempre en voz baja el vendedor de biblias me dijo:
—No puede ser, pero es. El número de páginas de este libro es exactamente infinito. Ninguna es la primera; ninguna, la última. No sé por qué están numeradas de ese modo arbitrario. Acaso para dar a entender que los términos de una serie infinita admiten cualquier número.
Después, como si pensara en voz alta:
—Si el espacio es infinito estamos en cualquier punto del espacio. Si el tiempo es infinito estamos en cualquier punto del tiempo." 

Muchas son las obras de Borges que los teóricos de la crítica hipertextual destacan como precursoras de la literatura y la ficción hipertextual. En el relato "La Biblioteca de Babel", Borges imagina una biblioteca que abarcaba todos los libros, una biblioteca infinita donde cada libro es todos los libros a la misma vez y donde el buscador de historias se pierde en una trama de infinitas historias.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ6V1WdTYZCpq72KAFQejs2zO63Zd64tkHTQlOV7K9vs6c6o4wj4boe9crIq1FQ17iSKQ8qoEP3H0sqvSVC-4x0sybh7YMI3Gv7NFJEGRkCZSZiCCfoXDGD9o_VX_8qXHlQPPToHH-fvjG/s1600/4a52b079f1bd5708aa0d5c45a6e6b9325edc509c_m.jpg
 
"La biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible. (....) En algún anaquel de algún hexágono (razonaron los hombres) debe existir un libro que sea la cifra y el compendio de todos los demás (...) ¿Cómo localizar el venerado hexágono secreto que lo hospedaba? Alguien propuso un método regresivo: Para localizar el libro A, consultar previamente el libro B, consultar previamente un libro C, y así hasta lo infinito... En aventuras de ésas he prodigado y consumado mis años. No me parece inverosímil que en algún anaquel del universo haya un libro total. (...) Yo me atrevo a insinuar una solución del antiguo problema: La Biblioteca es ilimitada y periódica."


Para Borges la palabra "biblioteca" es equivalente a "universo" pues todo se contiene en ella y a ella todo pertenece. ¿Internet como la nueva bibilioteca de bibliotecas, la nueva biblioteca de babel? Pues es algo muy cercano a la idea borgiana de biblioteca-universo pero a la vez cercana a esa otra idea que mencionábamos al principio de este post; Internet como una biblioteca-universo pero hecha de un material parecido al de la arena, formado por microscópicos elementos que a la vez pueden engullirlo todo, puede adoptar cualquier forma, no se le conoce principio ni fin,...    

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